Keflex es el nombre comercial de la cephalexina, un antibiótico de la familia de las cefalosporinas. Sirve para eliminar bacterias que causan infecciones en la piel, huesos, oídos y vías urinarias. Si tu médico te ha recetado este medicamento, aquí tienes la información más útil para sacarle el mayor provecho.
El doctor suele recomendar Keflex cuando hay sospecha de infecciones bacterianas como celulitis, impétigo, faringitis estreptocócica, infecciones de los huesos (osteomielitis) o infecciones urinarias no complicadas. No funciona contra virus, así que no lo tomes por resfriados o gripe.
La dosis típica para adultos es de 250 mg a 500 mg cada 6 horas, aunque el médico puede ajustar la cantidad según la gravedad y el tipo de infección. Los niños reciben una dosis basada en su peso. Es fundamental tomar el comprimido con un vaso de agua y, si se puede, con comida para evitar molestias estomacales.
Completa todo el ciclo, aunque te sientas mejor antes de terminar. Detener el antibiótico prematuramente puede hacer que la infección vuelva o que las bacterias se vuelvan resistentes.
Los efectos secundarios más comunes son diarrea, náuseas y erupciones cutáneas leves. Si notas picazón intensa, hinchazón o dificultad para respirar, busca ayuda médica de inmediato porque podría ser una reacción alérgica.
Antes de empezar el tratamiento, informa a tu médico si eres alérgico a penicilinas, tienes problemas renales o estás embarazada. Estos factores pueden cambiar la dosis o requerir un antibiótico diferente.
En España solo se puede adquirir Keflex con receta médica. Busca farmacias online que soliciten la receta y que estén registradas en la Agencia Española de Medicamentos. Desconfía de webs que ofrecen el producto sin pedir receta o a precios demasiado bajos.
Compara precios entre varias farmacias oficiales, pero no sacrifiques la seguridad por ahorrar unos euros. Un buen sitio muestra claramente la información del producto, la dirección física de la farmacia y datos de contacto.
Al recibir el paquete, revisa que el envase esté íntegro, con la fecha de caducidad visible y el número de lote. Guarda el comprobante de compra por si necesitas devolverlo o justificar su uso.
Para que el antibiótico mantenga su eficacia, almacénalo en un lugar seco y a temperatura ambiente, alejado de la luz directa. No lo guardes en el baño ni en el coche cuando hace calor.
Si tienes dudas después de iniciar el tratamiento, contacta a tu farmacéutico o al médico. Preguntar es la mejor manera de evitar problemas y asegurarte de que la terapia sea efectiva.
Descubre en qué se diferencia Keflex (Cephalexina) de otras opciones antibióticas, sus indicaciones, dosificaciones y riesgos para elegir el tratamiento ideal.
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