Si alguna vez has visto un helecho en el jardín y te has preguntado si tiene alguna utilidad más allá de la decoración, no estás solo. El helecho medicinal ha sido usado desde la antigüedad para aliviar distintos problemas de salud. Hoy te explico de forma clara qué propiedades tiene, cómo puedes prepararlo y cuándo es mejor evitarlo.
El helecho contiene compuestos como flavonoides y terpenos que le dan propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Por eso se emplea para:
En la medicina tradicional de varios países, el helecho se prepara como decocción o tintura y se aplica tópicamente o se toma en pequeñas dosis.
Para una infusión, sigue estos pasos:
Si prefieres una pomada, mezcla las hojas maceradas en aceite de oliva durante una semana, cuela y añade cera de abejas para espesar. Aplica la mezcla sobre la zona irritada 2‑3 veces al día.
Recuerda que la dosis siempre debe ser baja al principio para ver cómo reacciona tu cuerpo. No tomes más de una taza al día sin consultar a un profesional.
En cuanto a la seguridad, el helecho es generalmente bien tolerado, pero puede provocar alergias en personas sensibles. Evita su uso si estás embarazada o en periodo de lactancia, ya que la información sobre su seguridad en esas etapas es limitada.
Si experimentas picor, enrojecimiento o cualquier reacción inesperada, suspende su uso y consulta a tu médico. Con precaución y la dosis adecuada, el helecho medicinal puede ser un aliado natural para varios malestares.
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