Risperidona: todo lo que necesitas saber

Si alguna vez te han mencionado la risperidona y no sabes bien de qué se trata, estás en el sitio correcto. La risperidona es un medicamento antipsicótico que se usa mucho para tratar trastornos como la esquizofrenia, el trastorno bipolar o la agresividad en niños con autismo. No es una planta medicinal, pero forma parte del catálogo de fármacos que revisamos en Plantas Medicinales y Salud para que tengas información clara y práctica.

¿Para qué se prescribe la risperidona?

El objetivo principal de la risperidona es equilibrar los químicos del cerebro que provocan alucinaciones, delirios y pensamientos desorganizados. En la práctica, los médicos la recetan cuando los pacientes tienen síntomas psicóticos que no mejoran con otro tipo de tratamientos. También se usa para controlar la irritabilidad y los comportamientos agresivos en niños y adolescentes con autismo, y en algunos casos para estabilizar el estado de ánimo en el trastorno bipolar.

Dosis habituales y cómo se toma

La dosis varía mucho según la edad, el peso y la condición que se trata. En adultos, la pauta típica empieza con 1 mg al día y se puede subir lentamente hasta 4 mg o más, siempre bajo control médico. En niños con autismo, la dosis suele ajustarse por kilogramo, por ejemplo 0.02 mg/kg al día. Lo importante es no dejar de tomarla de golpe; si necesitas suspenderla, el médico te indicará cómo taperarla para evitar efectos de rebote.

La risperidona se presenta en comprimidos, solución oral y en forma de inyección de depósito que dura varias semanas. El comprimido se toma con o sin comida, pero es mejor no hacerlo con el estómago vacío si te causa náuseas. Guarda el medicamento en un lugar fresco y fuera del alcance de los niños.

Como con cualquier fármaco, la risperidona tiene efectos secundarios. Los más comunes son somnolencia, aumento de peso, temblores leves y sensación de mareo al ponerse de pie (hipotensión ortostática). En algunos pacientes aparecen problemas de azúcar en sangre o colesterol alto, por lo que es buena idea hacer análisis periódicos si llevas tiempo usándola. Si notas síntomas graves como palpitaciones, fiebre, rigidez muscular o pensamientos suicidas, avisa a tu médico de inmediato.

Para reducir los efectos no deseados, intenta tomar la dosis por la noche si te da sueño, mantén una dieta equilibrada y haz ejercicio regular. Evita el alcohol y otras drogas que puedan potenciar la sedación. Si tienes otras medicaciones, revisa con el profesional que no haya interacciones peligrosas; por ejemplo, combinar risperidona con ciertos antihistamínicos puede intensificar la somnolencia.

En resumen, la risperidona es un antipsicótico eficaz cuando se usa correctamente y bajo supervisión médica. Conocer su finalidad, la dosis adecuada y los posibles efectos secundarios te permite tomar decisiones informadas y mejorar tu calidad de vida o la de tus seres queridos. Si tienes dudas, consulta siempre a tu farmacéutico o médico de confianza; ellos son los que mejor pueden adaptar el tratamiento a tus necesidades específicas.

Monitorización enfermera efectiva en pacientes con risperidona: Checklist y claves

Monitorización enfermera efectiva en pacientes con risperidona: Checklist y claves

Guía esencial para enfermería sobre cómo monitorizar a pacientes con risperidona: checklist de signos vitales, pruebas lab y consejos educativos en seguimiento ambulatorio.

Leer más

Categorías