Influenza vs. COVID-19: Pruebas, Tratamiento y Aislamiento en 2025

Influenza vs. COVID-19: Pruebas, Tratamiento y Aislamiento en 2025 dic, 23 2025

¿Cómo saber si tienes gripe o COVID-19? La diferencia no está en los síntomas, sino en lo que viene después

Te duele la cabeza, tienes fiebre, tos y te sientes como si te hubieran pasado por una lavadora. ¿Gripe? ¿COVID-19? No importa. Lo que sí importa es qué haces a continuación. En la temporada 2024-2025, por primera vez en años, la gripe causó más hospitalizaciones y muertes que el COVID-19 en Estados Unidos. Pero eso no significa que sea más leve. Significa que ya no podemos tratarlas como la misma cosa.

Los síntomas se parecen demasiado: fiebre, tos, dolor de garganta, fatiga. Pero el momento en que aparecen, cómo se propagan y cómo se tratan son completamente distintos. Si confundes uno con el otro, puedes estar poniendo en riesgo tu salud y la de los demás.

Pruebas: No todas las pruebas son iguales, y el tiempo lo es todo

En 2025, la mayoría de los hospitales y clínicas usan pruebas multiplex que detectan gripe A/B, COVID-19 y RSV al mismo tiempo. Es más rápido, más barato y evita errores. Pero si solo te hacen una prueba rápida de antígenos, no confíes en ella si da negativo y sigues sintiéndote mal.

Las pruebas de antígenos para la gripe tienen una sensibilidad del 75-85%. Para el COVID-19, sube al 80-90%. Eso significa que en uno de cada cinco casos de gripe, la prueba puede decirte que no tienes nada… y aún así estás contagiado. Las pruebas PCR son más precisas, pero tardan más. Si tienes síntomas y la prueba rápida da negativa, espera 24-48 horas y vuelve a hacerte la prueba. O pide una PCR.

La clave está en el momento. La gripe se activa entre 1 y 4 días después de exponerte. El COVID-19 puede tardar hasta 14 días. Si te haces la prueba el primer día de síntomas, es más probable que detectes gripe. Si lo haces al tercer día, es más probable que detectes COVID-19. Por eso, en la temporada 2024-2025, los centros de salud recomendaron hacer pruebas combinadas desde el primer contacto.

Tratamiento: Antivirales, pero no todos son iguales

La gripe tiene un tratamiento probado desde hace años: oseltamivir (Tamiflu). Si lo tomas dentro de las 48 horas de empezar a sentirte mal, reduces en un 70% el riesgo de ir al hospital. En la temporada 2024-2025, el 63% de los pacientes hospitalizados con gripe lo recibieron a tiempo. Pero solo el 41% de los pacientes con COVID-19 recibieron Paxlovid en el mismo plazo.

Paxlovid, el antiviral para COVID-19, es más potente: reduce un 89% el riesgo de hospitalización si se toma en los primeros 5 días. Pero no todos pueden tomarlo. Interactúa con muchos medicamentos comunes: para el corazón, la presión, el colesterol. Si estás tomando más de tres fármacos, pregúntale a tu médico antes de pedirlo.

Y aquí hay un dato clave: los pacientes con gripe reciben antibióticos con más frecuencia. ¿Por qué? Porque la gripe suele abrir la puerta a infecciones bacterianas. Un 38% de los hospitalizados con gripe tuvieron neumonía bacteriana. En el COVID-19, solo el 22%. Eso no significa que el COVID-19 sea más limpio. Significa que su daño es viral, no bacteriano. Y los antibióticos no matan virus.

En 2025, la FDA aprobó un nuevo antiviral para la gripe: un derivado de zanamivir con 92% de eficacia contra la cepa H1N1 pdm09. Ya está en farmacias. Pero no lo uses sin receta. Los antivirales no son vitaminas. Son medicamentos de precisión.

Botellas de antivirales para gripe y COVID-19 con iconos de tiempo y advertencias.

Aislamiento: Cinco días no es lo mismo para ambos

La regla de los cinco días se volvió popular durante la pandemia. Pero en 2025, el CDC actualizó sus guías: los dos virus requieren el mismo tiempo de aislamiento… pero condiciones diferentes.

Para la gripe: si pasas 24 horas sin fiebre (y sin tomar medicamentos para bajarla), puedes salir. No necesitas una prueba negativa. La gripe deja de ser contagiosa antes. La mayoría de los adultos dejan de expulsar virus al quinto día. Los niños, sí, pueden seguir contagiando hasta 14 días.

Para el COVID-19: necesitas una prueba de antígeno negativa en el día 5. Si aún da positivo, sigues aislado. Por qué? Porque el subvariante XEC, dominante en 2025, persiste mucho más tiempo en las vías respiratorias. La carga viral puede seguir alta incluso cuando ya no te duele la garganta. En hospitales, el 92% de los pacientes con COVID-19 requieren mascarillas N95 para el personal. Para la gripe, solo el 68%.

Y aquí hay un error común: pensar que si ya no tienes fiebre, estás curado. La gripe puede dejarte cansado durante semanas. El COVID-19 puede dejar secuelas respiratorias. Aislamiento no es solo para evitar contagiar. Es para que tu cuerpo se recupere sin estrés adicional.

Quién corre más riesgo: No es lo que crees

Antes, pensábamos que el COVID-19 era peligroso solo para ancianos. En 2025, los datos muestran algo distinto. Los pacientes hospitalizados con COVID-19 tienen más probabilidades de tener enfermedades crónicas: riñón, cáncer, enfermedades autoinmunes. También son más propensos a estar tomando inmunosupresores.

La gripe, en cambio, golpea más a personas sanas. En el 42% de los casos hospitalizados por gripe, los pacientes no tenían ninguna enfermedad previa. ¿Por qué? Porque el sistema inmune de una persona sana puede reaccionar con tanta fuerza que causa daño colateral. Es lo que se llama tormenta de citoquinas.

Y aquí hay una diferencia que pocos mencionan: la pérdida del gusto y el olfato. Ocurre en el 40-80% de los casos de COVID-19. En la gripe, solo en el 5-10%. Si te despiertas sin poder saborear tu café o oler el pan tostado, es más probable que sea COVID-19.

Dos personas en aislamiento: una por gripe, otra por COVID-19, con diferencias clave.

La verdad que nadie te dice: La vacuna no lo es todo

En 2025, el 52,6% de los estadounidenses se vacunaron contra la gripe. Solo el 48,3% contra el COVID-19 actualizado. Y eso explicaría parte del cambio en los números. Pero la vacuna no te protege del 100%. Te protege de lo peor: hospitalización y muerte.

La vacuna contra la gripe reduce el riesgo de hospitalización en un 50-60%. La del COVID-19, en un 40-50%. No son perfectas. Pero si tienes 65 años o más, o padeces diabetes, asma o enfermedad cardíaca, son tu mejor escudo. Y no es demasiado tarde para ponértela. En diciembre de 2025, las farmacias aún tienen stock.

Y aquí hay un dato que pocos saben: los pacientes que se vacunan contra la gripe tienen menos probabilidades de contraer COVID-19. No es que la vacuna te proteja contra el otro virus. Es que cuando tu sistema inmune está activado, responde mejor a cualquier amenaza.

Lo que realmente importa: No esperes a estar mal para actuar

La mayor falla en la temporada 2024-2025 no fue la falta de medicamentos. Fue la demora en buscar ayuda. Un estudio de 3.500 pacientes en Johns Hopkins reveló que el 74% se aisló demasiado tarde. Muchos esperaron hasta que la fiebre fue alta, o hasta que les costaba respirar.

Si tienes síntomas, actúa en las primeras 24 horas. Hazte la prueba. Habla con tu médico. Pide el antiviral si eres mayor de 50, tienes enfermedades crónicas, o estás embarazada. No esperes a que empeore.

Y si vives con alguien mayor, inmunodeprimido o con problemas respiratorios, aíslate como si tuvieras COVID-19, aunque creas que es gripe. Porque en 2025, la gripe puede ser más peligrosa para ellos que el COVID-19.

¿Qué pasa si no puedes hacerte la prueba?

En muchas zonas rurales o barrios de bajos ingresos, las pruebas aún son difíciles de conseguir. En 2025, el 37% de las farmacias tuvieron escasez de antivirales para la gripe en diciembre. Si no puedes acceder a una prueba, asume lo peor: que podrías tener ambos.

Aíslate 5 días. Usa mascarilla. No vayas a trabajar. No visites a ancianos. Toma paracetamol si tienes fiebre. Bebe agua. Descansa. No te automediques con antibióticos. No tomes antivirales sin receta.

Si al quinto día sigues con fiebre, tos intensa o dificultad para respirar, busca atención médica. No te quedes en casa pensando que "es solo gripe". En 2025, la gripe mató a más personas que el COVID-19. No es un resfriado. Es una enfermedad que puede parar tu corazón.

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